En Veracruz los homicidios se cuentan por decenas cada mes y las investigaciones inician con piedras, evidenciando las carencias que persisten en la Fiscalía General del Estado (FGE). Luego que en plena escena del crimen en Coatzacoalcos, agentes ministeriales fueron captados marcando indicios con un pedazo de escombro.
Tras un ataque armado registrado el viernes 18 de julio en el fraccionamiento Las Palmas, en Coatzacoalcos, que dejó como saldo dos personas muertas. En lugar de utilizar marcadores profesionales, un elemento recurrió a una piedra para ubicar un casquillo percutido.
El hecho, además de mostrar la precariedad, expuso una omisión institucional, que ocurre en un contexto de alta incidencia delictiva. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, hasta el 18 de julio se han registrado 53 homicidios dolosos en Veracruz, de los cuales nueve se han concentrado en el municipio de Coatzacoalcos.
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A pesar de este panorama, los agentes de la Fiscalía continúan realizando su labor sin los insumos mínimos necesarios, lo que, según expertos en criminalística, compromete tanto la cadena de custodia como la integridad de las investigaciones. Además, deja en evidencia una falta de respeto por el trabajo ministerial - periciales, y por las propias víctimas.
Esta es una postal de la negligencia institucional que marca la gestión de la Fiscalía General del Estado, pues mientras la violencia se recrudece y los cuerpos se acumulan, la Fiscalía envía a sus elementos sin las herramientas necesarias para cumplir una labor profesional, profundizando cómo inicia la procuración de justicia en Veracruz.
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