El reciente ataque armado contra el alcalde electo de Jáltipan de Morelos, Gildardo Maldonado Guzmán, encendió las alertas no sólo entre los actores políticos, sino también entre los habitantes de la zona sur de Veracruz.
Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI, en Veracruz la percepción de inseguridad creció del 53 al 70 por ciento entre junio y septiembre de 2025, lo que a decir de los habitantes es un reflejo directo de la violencia que ya no es sólo para los ciudadanos a pie, sino también para las mismas autoridades locales.
Para los ciudadanos el ataque al rancho del presidente municipal electo de Jáltipan de Morelos, demuestra que los servidores públicos ya no están exentos de la inseguridad, lo que incrementa la vulnerabilidad de toda la población, por ello exigen el apoyo directo de la gobernadora Rocío Nahle y al secretario de Seguridad Pública, Alfonso Reyes Garcés, para que se implementen mejores estrategias que garanticen la tranquilidad no sólo en la zona sur, sino en todo el estado.
Ediles y habitantes insisten en que se debe fortalecer la presencia de policías estatales en zonas donde la inseguridad va al alza y así apoyar a las corporaciones municipales, a las cuales, dicen, muchas veces la falta de equipamiento, capacitación y respaldo operativo limita su capacidad para enfrentar a la delincuencia.
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