Muchas personas siguen la tradición de usar calzones de colores en Año Nuevo con la esperanza de atraer buena suerte y energías positivas para el año entrante.
Esta costumbre, popular en varios países de América Latina, asigna un significado específico a cada color.
El rojo se asocia con el amor y la pasión; el amarillo con la prosperidad económica; el verde con la salud; y el blanco con la paz y la armonía familiar.
Otros colores, como el rosa o el azul, se relacionan con relaciones afectivas y tranquilidad, respectivamente.
La elección del color busca influir en los deseos personales para el nuevo ciclo, aunque su eficacia responde más a creencias que a evidencias científicas.