Octubre no solo trae lluvias y pan de muerto. También arrastra una carga emocional, simbólica y energética que lo convierte, para muchos, es el mes más pesado del calendario. Una de las razones es que se acorta la luz del día, bajan las temperaturas y el cuerpo lo resiente. La fatiga, la melancolía y la ansiedad anticipada por el cierre de año se intensifican.
Él es el joven veracruzano que destaca en la Sub-20; nació en Boca del Río