Si en algún momento has sentido que no estás bien, no te preocupes, está bien no estar bien. A esto se le conoce como distimia.
¿Qué es la distimia?
Bien, debemos comenzar por señalar que la distimia es el trastorno del estado de ánimo crónico caracterizado por síntomas depresivos leves o moderados.
¿Cuáles son los síntomas de la distimia?
Con la distimia, las personas pueden experimentar tristeza o irritabilidad casi todo el tiempo, además de fatiga constante.
Otro factor que se presenta en las personas con este trastorno es la baja autoestima, así como la dificultad para concentrarse.
El insomnio o la hipersomnia son otros de los factores que puede presentar una persona con distimia.
Además, hay otros puntos como los cambios en el apetito, falta de motivación y aislamientos o pocas ganas de socializar que puede presentar una persona con esta situación.
Algunas personas conocen la distimia como depresión funcional, pues pueden seguir con sus rutinas, aunque sintiéndose rotos por dentro.
Es decir, las personas pueden continuar yendo al trabajo o a la escuela, mantener ciertas relaciones, cumplen con actividades básicas; sin embargo, tienen falta de motivación o alegría, sufren de agotamiento emocional y desconexión o vacío constante.
Debido a que las personas “aparentan estar bien”, esta situación puede pasar desapercibida por años.
¿Cómo atender la distimia?
Si has detectado en ti algunos de estos puntos o conoces a alguien que atraviesa por estas situaciones, es importante saber que la distimia se puede atender con terapia psicológica.
También hay medicamentos antidepresivos, que deben ser prescritos por el especialista en la materia.
Seguramente podrás hacer cambios en el estilo de vida, ejercicio regular, dormir bien, realizar actividades que disfrutes y contar con un círculo de apoyo. Recuerda que pedir ayuda es un acto de valentía.
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