En Veracruz, la salud mental sigue siendo un tema relegado a un segundo plano, atrapado entre prejuicios, desconocimiento y un acceso limitado a servicios especializados.
La consecuencia es visible: más de 250 suicidios al año y cientos de intentos que rara vez se acompañan de atención oportuna. Aunque el tema ha ganado espacio en la conversación pública, los números muestran que la crisis persiste y que la prevención aún no alcanza a quienes más lo necesitan.
De acuerdo con el Instituto de Estadística, Geografía e Informática, en 2022 se registraron 252 suicidios en el estado de Veracruz, cifra que subió a 338 en 2023.
La Secretaría de Salud reporta que en lo que va de 2025, ya se contabilizan al menos 150 casos. Las conductas suicidas afectan principalmente a jóvenes: de 186 intentos documentados hasta agosto de 2023, el 74 por ciento correspondió a mujeres y el grupo de mayor riesgo es el de 15 a 29 años.
La atención, sin embargo, no es suficiente. En muchas zonas rurales, el servicio simplemente no existe, lo que deja a miles de personas fuera del alcance de un diagnóstico y tratamiento oportuno.
Especialistas y activistas piden a las autoridades de la Secretaría de Salud en Veracruz reforzar campañas sin estigma, ampliar la cobertura de servicios, capacitar a personal médico y educativo para detectar señales de riesgo y garantizar que la prevención sea prioridad en la agenda pública.
VIDEO| Anuncian marcha nacional para exigir medicamentos oncológicos