En Veracruz, el proceso de denunciar una agresión sigue siendo una ruta cuesta arriba para miles de mujeres. De acuerdo con el INEGI, 7 de cada 10 han sufrido algún tipo de violencia, pero solo una minoría decide acudir ante una autoridad. Entre 2022 y 2023, la Fiscalía General del Estado abrió más de 11 mil carpetas por violencia familiar, aunque colectivos señalan que muchas víctimas abandonan el proceso al sentirse desatendidas y revictimizadas.
¿Qué es lo que agrava las trabas institucionales en las denuncias de las mujeres en Veracruz?
Especialistas advierten que la falta de sensibilidad en la atención institucional agrava el daño psicoemocional: cuando una mujer ya marcada por la violencia percibe indiferencia de quienes deberían protegerla, el trauma se profundiza y la confianza se rompe. Esta percepción es compartida por xalapeñas que reconocen que, incluso tras denunciar, sienten que sus casos se dejan en segundo plano, como si sus voces fueran poco relevantes para la justicia.
Estudiantes y habitantes recalcan que la impunidad también alimenta la violencia: agresores que saben que difícilmente habrá consecuencias actúan sin temor a sanciones, dejando a las mujeres en un estado de indefensión y con la sensación de ser invisibilizadas por las instituciones.
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¿Qué exigen las mujeres ante la falta de atención en las denuncias en Veracruz?
Víctimas de estos delitos llaman a la Fiscalía General del Estado a fortalecer las redes de atención en fiscalías y hospitales, con el objetivo de que el proceso de denuncia se convierta en un verdadero acompañamiento y no en otra forma de violencia institucional.
Mujeres de Veracruz enfrentan obstáculos para denuncia agresiones