Los tiempos de oscuridad en los que no cabía el reclamo ciudadano ni la libertad de expresión parecen regresar al México moderno, ahora que la figura presidencial muestra una autoridad represiva igual que hace 50 años con el entonces presidente Díaz Ordaz.
¡Hace oídos sordos! Presidenta de México ignora demandas en movilización y desacredita un movimiento genuino












