Una mujer de 46 años y madre de tres hijos. Falleció tras recibir una descarga eléctrica al manipular su teléfono mientras lo cargaba en la bañera.

El suceso ocurrió el 30 de octubre de 2024 en Irlanda, pero el informe forense que confirmó la causa de muerte se dio a conocer recientemente.

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Su esposo relató que, al regresar, la encontró recostada dentro del baño junto con el teléfono y un cable sumergidos. Al intentar auxiliarla sufrió una descarga menor al manipularla.

El examen determinó que hubo quemaduras eléctricas en el pecho y brazo izquierdo, así como lesiones profundas en dedos de la mano derecha.

El caso ha reactivado el debate sobre los riesgos de usar dispositivos electrónicos conectados en espacios húmedos como el baño.

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