Ahora resulta que el prócer del periodismo Carlos Pozos, “Lord Molécula”, se fue a La Chingada. Sí, al rancho de ya saben quién, para entregarle su tesis de maestría, hágame usted el favor.
Ánimo mi valiente minino, que ya casi llegamos a La Chingada (...) bueno pues aquí continuamos amigos, aquí está la manta como ustedes podrán ver seguimos en pie de lucha pues queriendo entregar ahí está la tesis.
Óigame, pero... si ya hace un año se la entregó durante una mañanera.
Gracias a los seis años de estar en este ejercicio de comunicación circular y algunas conferencias al interior de la república pude hacer esta tesis que está en proyecto, está en análisis, está en los seminales, espero pasar el examen y poderme titular como maestro en periodismo político.
Ahhhh es que resulta que no aprobó el examen. De nada le sirvió presumir que estaba autografiada y presentarla en La Mañanera.
Pero si mi tesis tiene el autógrafo del mejor pejidente de la galaxia anexas y conexas.
Fue la misma escuela de periodismo que en sus redes sociales dijo que el trabajo no estaba avalado por no adecuarse con lo establecido en el reglamento de la institución.
Y sí, luego de un año Lord Molécula logró titularse, pero imagínese qué vergüenza para los periodistas llamar colega a un personaje que representa fielmente lo que un migajero es.
Estuvo insiste e insiste, pero jamás le abrieron la puerta
Vaya, ni con tanta insistencia, la puerta de la chingada (el rancho, el rancho) le quisieron abrir.
Ya hemos estado aquí por más de dos horas en el rancho o quinta la chingada. Hemos intentado aquí con esta manta el tener la suerte de poder entregarle al expresidente Andrés Manuel López Obrador nuestra tesis.
Pero su aventura va a seguir y el prócer del periodismo promete volver, porque un migajero no se rinde y él tampoco.
Soy lord lamécula, el periodista estrella de las mañaneras.
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