Las leyendas de Veracruz ha sido parte de nuestra cultura. Muchas de ellas se han hecho famosas de manera nacional, tal es el caso de la historia de la Condesa de Malibrán.
De acuerdo con quienes lo cuentan, todo empezó cuando la ciudad aún estaba amurallada y un matrimonio formado por el conde de Malibrán, quien descendía de la corona española, y su esposa María.
El hombre, al tener un puesto sumamente importante, salía de viaje frecuentemente y dejaba a su mujer sola, lo que provocaba su ira y buscaba utilizar su tiempo en conocer más parejas.
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Mientras su marido no estaba, María celebraba grandes fiestas con marinos extranjeros, con quienes buscaba cumplir su más grande sueño en la vida: convertirse en madre.
Sin embargo, una vez que los utilizaba para fines sexuales, estos eran asesinados y arrojados a un arroyo que quedaba al pie de su mansión, donde eran devorados por cocodrilos.
La condesa de Malibrán practicaba brujería
Al no lograr concebir, la mujer buscó la ayuda de una bruja, quien le decía que se bañara con la sangre derramada de sus víctimas después de haber tenido relaciones sexuales con ellos.
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Luego de un tiempo, María logró quedar embarazada, sin embargo, su hijo nació deforme y esta lo rechazó. Ya que su esposo no estaba en casa, esta lo tenía con los sirvientes para que lo cuidaran.

Un mal día, el conde llegó y vio al niño. Sorprendido, corrió a buscar explicaciones la recamara que compartía con su mujer y la encontró en la cama con un marino joven.
Lleno de rabia, los tomó a ambos, les quitó la vida y los aventó al mismo arroyo a donde habían sido desechados las víctimas de la condesa en meses anteriores. No quería saber de ella.
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Acto seguido, ordenó la muerte del bebé y también fue arrojado a aquel cuerpo de agua. El pueblo se enteró de lo que había ocurrido y el hombre, avergonzado, nunca más salió de su casa.
Los años pasaron y nada se supo de él, hasta el día en que, según rumores, se quitó la vida al descubrir lo que había hecho con su esposa y la criatura inocente que había parido.
Quienes pasan por la antigua mansión dicen que se puede escuchar a la mujer y su bebé lamentándose, llantos, risas macabras y hasta espectros. Lo que sí es que nadie se ha atrevido a entrar desde lo ocurrido.