Más de 70 mil familias dedicadas a la producción de caña de azúcar en Veracruz aseguran sentirse olvidadas por las autoridades estatales, especialmente en materia de apoyo e infraestructura.
Dicen que el campo enfrenta rezagos importantes en comparación con otros estados productores.
Los trabajadores de la región de Tres Valles atribuyen esta situación a la falta tecnificación agrícola, lo que los mantiene dependientes del precio del azúcar y limita su productividad.
Mencionaron que pese a contar con cuerpos de agua importantes como la presa Miguel Alemán y los ríos Papaloapan y Tonto, no existen planes de aprovechamiento que garanticen sistemas de riego eficientes.
La ausencia de inversión estatal en la administración de la gobernadora, Rocío Nahle García a través de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (SEDARPA) que encabeza Rodrigo Calderón Salas genera inconformidad entre los productores, quienes también se quejan de la falta de créditos accesibles para financiar infraestructura o modernizar sus cultivos.
Los cañeros consideran que el rescate del campo veracruzano depende de una mayor inversión pública y privada, así como de políticas que fortalezcan la producción local, sólo así —aseguran— podrán dejar de depender del costo del endulzante y alcanzar un desarrollo sostenible para el sector.
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