El Paseo de los Lagos en Xalapa luce tan bonito que cualquiera caería en la trampa: cielo azul perfecto, agua tranquila, reflejos de postal.
A primera vista todo está muy bonito, pero la realidad es otra. Apenas avanzas unos cuantos pasos y ¡trácala! La magia se rompe de golpe. El encanto desaparece y descubres el piso destrozado, los huecos, las losas sueltas… todo mal.
Esta es una de las zonas que se encuentran en pésimas condiciones, no solamente este lado, que es por donde tendrían que pasar las bicicletas, sino también esta parte. Mire nada más: todo está completamente destruido, y por supuesto afecta no solo la imagen, sino también el caminar y el paso de los capitalinos.
Conductores y peatones de Nanchital temen caer en huecos; piden taparlos












